 |
| Añadir leyenda |
Hay silencio
Dos pelos en el agua hirviendo. Olor a cenicero. Fuertes gritos de chimentos que apagan el silencio. Provienen del televisor. Entre risas que me darían miedo se presenta Camaleón, el rey felino de la mansión. Maúlla, exige su comida, ella finge no escucharlo. Se sienta y no hace nada, hablo de ella, tu tía, no hace nada. Cara redonda pero flaca, me deprime, es horrible. Las ojeras se comen sus ojos. Solo las orejas parecen felices. Camufladas, recostadas en los rulos de color manteca.
Entre el tiempo lento y el silencio apagado se arma una batalla. El resultado: varios muertos en el cenicero, crean la angustia que como todo gusano se inserta en el ser humano. Ella siente, pero no hace nada. Suena el timbre. Ella quieta. Suena otra vez. Ella quieta. Suena dos veces más. Ella abre la boca, abre más la boca, sus orificios nasales se ensanchan. Entra aire, se oxigenan sus pulmones. Se levanta. Prende un cigarrillo. Sube los diez escalones hasta llegar a la puerta, la abre:
- señora me alcanzaría la pelota, se nos cayo en su jardín – ella saca una escopeta y le vuela la cabeza. Cierra la puerta, baja un escalón, baja dos escalones, el tercero es el vencido. El cigarrillo cae mas rápido, en el piso aun prendido, hay un terremoto, hay un río rojo, hay silencio.
descargue
No hay comentarios:
Publicar un comentario